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¿QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?

La dermatitis atópica se define como una enfermedad inflamatoria, sistémica y crónica de la piel, que evoluciona a brotes y que está asociada a picor, a una mayor reactividad de la piel y a una alteración de la barrera cutánea. 
Está causada por la combinación de factores genéticos y ambientales.

  • Desde el punto de vista genético, en aproximadamente un 65,5% de los casos, los niños o jóvenes con dermatitis atópica tienen algún familiar de primer grado (padre, madre o hermano) que presenta dermatitis atópica, asma o rinitis crónica.
  • Existen también factores ambientales que pueden mejorar o empeorar la dermatitis atópica. Por ejemplo, el sol es un gran antiinflamatorio y ayuda a controlar los brotes; por el contrario, los climas fríos, el uso de jabones agresivos en los baños o el estrés, pueden empeorar sustancialmente la atopia y hacer que la persona presente más brotes de eccema.

 

La piel es un órgano que actúa de barrera y protege al organismo de las agresiones externas y de la entrada de microorganismos. En el paciente atópico, la piel es similar a una pared de ladrillos, en la cual, el cemento que mantiene los ladrillos unidos está dañado, haciendo que esa pared sea defectuosa y no le proteja adecuadamente del exterior. Por tanto, las personas con dermatitis atópica tienen esta barrera alterada y la piel pierde su humedad, se vuelve más seca, más irritada e hipersensible, y es más propensa a sufrir infecciones. Por estos motivos, la persona con dermatitis atópica requiere unos cuidados especiales: se recomienda una ducha corta, diaria y con agua templada para eliminar los irritantes como el sudor y para protegerse de las infecciones. Se debe usar jabones no agresivos llamados “syndet” y se debe aplicar después del baño una crema hidratante adecuada que ayude a reponer el “cemento” dañado de esa pared.

¿Cómo saber que soy atópico? 

La manifestación clínica de la atopia es el eccema y se presenta con un enrojecimiento y descamación de la piel, acompañada de picor y lesiones por rascado. Según la edad de presentación de la atopia, varía la zona de la piel afectada. Por ejemplo, en bebés es muy frecuente que se afecten las mejillas, pero a partir de los dos años es muy típica la afectación de los pliegues de los brazos o detrás de las rodillas.

¿Cómo se trata la dermatitis atópica?

El tratamiento de la atopia debe ser individualizado, eso quiere decir, que los jóvenes con una dermatitis atópica leve únicamente necesitarán los cuidados básicos de higiene e hidratación. Por el contrario, aquellos con cuadros más severos necesitarán tratamientos más agresivos. 

¿Cómo trataré un brote? 

Principalmente, existen dos tratamientos tópicos:

  • Corticoide tópico: es el tratamiento de elección y hay de diferentes potencias por lo que los médicos deberemos escoger qué tratamiento es el más adecuado según la edad del niño/adolescente y la zona de la piel afectada. 
  • Inhibidores de la calcineurina: Estos tratamientos tienen la ventaja, frente a un corticoide, de no atrofiar la piel, pero son muy costosos y en ocasiones pueden producir cierto picor al aplicarlos. Son muy útiles para usar en las localizaciones de piel fina, como la cara o los pliegues, y también como ahorradores de corticoides.

Es importante aplicar el tratamiento tópico únicamente en la zona enrojecida y/o descamada, y se mantendrá su aplicación hasta la completa desaparición del eccema.

En aquellos jóvenes que presenten una dermatitis atópica moderada o grave, con una afectación muy extensa de la piel, los tratamientos tópicos (en cremas) serán insuficientes por lo que será necesario el uso de tratamientos sistémicos (por vía oral o inyectados). Existen diversos tratamientos sistémicos que son utilizados para la dermatitis atópica, pero de todos ellos, únicamente están aprobados la ciclosporina y el dupilumab. Tu dermatólogo/a te indicará cuál es el tratamiento más adecuado para tu caso concreto.

¿Voy a tener dermatitis atópica toda la vida?

Lo más probable es que la dermatitis atópica desaparezca antes de la pubertad. Hay estudios que estiman que un 80% de los niños con dermatitis atópica se curarán antes de los 8 años. Por lo tanto, existe un pequeño grupo de niños que va a presentar brotes de eccema a lo largo de su vida. Por otro lado, la dermatitis atópica puede aparecer también en la edad adulta hasta en un 2-3% de los casos.

 

¿Qué es la “marcha atópica”? 

Existen diversos artículos que defienden la existencia de la “marcha atópica”. Esta teoría se basa en que un niño con dermatitis atópica empezará presentando un eccema en su piel y con el tiempo, puede llegar a desarrollar otras patologías asociadas a su dermatitis atópica. Estas patologías son: inicialmente las alergias alimentarias, más tarde la aparición del asma y finalmente la rinitis crónica

Esta teoría defiende que si se mantiene controlada la inflamación de la piel, es decir, si se controlan y tratan los brotes de eccema, el niño tendrá menos posibilidades de llegar a desarrollar asma o rinitis crónica. Por lo tanto, tratar bien la piel disminuye el riego de desarrollar la marcha atópica.

¿La dermatitis atópica es una alergia? 

No. Como hemos comentado anteriormente, una persona con dermatitis atópica tiene más riesgo de desarrollar una alergia alimentaria. Se estima que un tercio de los niños con dermatitis atópica moderada o grave desarrollarán una alergia alimentaria. El 90% de estas alergias alimentarias son a las proteínas de la leche de vaca, los huevos, los cacahuetes, las nueces, el trigo o la soja. Estas alergias alimentarias se resuelven espontáneamente con el paso de los meses y el hecho de retirar esos alimentos no hace que mejore o desaparezca la dermatitis atópica. Por lo tanto, no está recomendado en ningún caso retirar alimentos de la dieta de un niño, a no ser que un médico haya diagnosticado la presencia de una alergia a ese alimento y la relevancia clínica de esa alergia. 


Carolina Prat. Dermatóloga Hospital Sant Joan de Deu

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