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APÚNTATE UN LIKE EN EL CUIDADO DE TU DERMATITIS

Instagram, Tik-tok, Facebook, Twitter…el mundo de las redes sociales ocupa una parte importante de vuestro día a día. Conseguir seguidores y “likes” se convierte, en parte, en una batalla más en vuestro día a día. Las clases, los padres, los profesores…todo es un reto diario. Será por esto que llaman a la adolescencia la edad conflictiva.

Todos pasamos por esta etapa de la vida, y si algo la caracteriza, es el estado de lucha continua. La presión por encontrar tu propia identidad y ser reconocido por lo que eres, con tus cosas buenas y tus cosas malas, con tus virtudes y tus defectos, con tus decepciones y tus provocaciones… todo esto puede convertirse en una pelea continua contigo mismo y con la sociedad pero, sobre todo, con tus padres. Los padres de un adolescente suelen estar desorientados y confusos; seguro que habrás oído decir:

“¿Dónde está aquel niño dulce que me pedía que le hiciera un masaje al ponerle la crema en su piel atópica?”

“¿Y aquel que reía a carcajadas cuando le soplaba esa zona de la piel que le picaba tanto para que no se rascara?”

Ahora a tus padres no se les ocurre siquiera entrar en tu cuarto sin llamar, ¡cómo para sugerirte que no te rasques para que no te pique!

 

A vuestra edad necesitáis construir vuestra identidad y diferenciaros de vuestros padres, y a veces es a costa de enfrentamientos, sin saber bien por qué os comportáis así. Por una parte, habéis dejado de ser niños y no queréis que os traten como tal, pero por otra, anheláis el niño que fuisteis. Además, tampoco sois adultos y no pueden trataros como si lo fuerais. ¡Pero qué lío!

Si esta edad rebelde es ya de por si un lío de emociones, hormonas, luchas internas, rebeldía…lo que necesitáis es que os acepten como sois, que os comprendan y que os dejen tomar decisiones sin cuestionarlas, aunque no sean las más acertadas. Tenéis que equivocaros y aprender de los errores, que no decidan por vosotros sino que os acompañen en vuestras decisiones, sin sobreprotegeros, vamos, ¡que os dejen volar solos poco a poco!

¿Cuántos de vosotros habéis pensado alguna vez “a ver cuándo me dejan en paz mis padres?”, ”Todos los días con el ponte la crema”,” no estés mucho tiempo en el baño”, “ponte poco corticoide“, ”cuidado con el maquillaje”, “dúchate bien al salir de la piscina”… Pero seguro que algunos de vosotros os habéis preguntado en algún momento si seréis capaces de asumir el control de vuestra dermatitis atópica en los próximos años. ¿Cuántos sois capaces de hacerlo ahora?, ¿cómo saber cuándo estáis preparados para gestionar solos vuestra dermatitis?

Como enfermedad crónica que es, la dermatitis atópica se compara con una mochila que debéis llevar durante los próximos años. Una mochila llena, donde hasta ahora, vuestros padres os han ayudado llevándola sobre sus hombros y actuando de guía para llenarla y así, fomentar vuestra futura autonomía. Ahora os toca a vosotros llevar esta mochila y vuestros padres estarán esperando a que les dejéis acompañaros. Muchas veces pensaréis que la mochila pesa demasiado y que no podéis con ella… y dependiendo de cómo hayáis preparado esa mochila, vuestro nuevo viaje será más o menos incómodo

 

Sabemos que no os gusta recibir consejos y también sabemos que por un “like” sois capaces de cosas increíbles. Por eso, en este camino de transición hacia la edad adulta, con vuestra mochila bien cargada y con ganas de enfrentaros a cualquier situación, compartimos con vosotros cuáles son las actitudes que os ayudarán a hacer el viaje más llevadero y ganaros un montón de "likes" en el control de vuestra enfermedad:

  • Aprende todo lo que puedas sobre esta enfermedad poco a poco. Consulta a tus médicos y utiliza fuentes de información seguras. Tus padres pueden acompañarte en esta búsqueda, pide ayuda.
  • Asume tus responsabilidades de manera progresiva. No hay prisa, cuando estés preparado lo sabrás.
  • No tengas miedo a equivocarte o a cometer fallos, es parte del aprendizaje.
  • Aprende de los errores y decide por ti, pero deja que te acompañen en tus decisiones.
  • Crea rutinas y cúmplelas. Las rutinas son muy importantes en el cuidado de la piel con dermatitis atópica, y esto te lo habrán repetido muchas veces porque es fundamental.
  • Aprende a conocer tus emociones y estados de ánimo. Quizás a veces no sepas entender lo que te pasa, por qué te enfadas por cualquier cosa o lloras por asuntos insignificantes. No dudes en pedir ayuda si lo necesitas.
  • Cuídate, tú eres lo más importante.
  • Cuida de manera especial a los que te cuidan. 

 

María Isabel Martin. Pediatra. Centro de Salud Santa Ponça